Desayuno [Gilbert Weillschmidt]

Había despertado temprano. No sentía mucho movimiento en el lugar, por lo que aprovecho para levantarse y darse una ducha rápida. Tomando sus cosas con calma se dirigió al lugar, no tenia la menor intensión de permanecer con las ropas del hospital todo el día, sabia que la enfermedad la posibilitaban pero no a ese punto, así que nada podrían decirle por ello. Poco se demoro en salir del baño vestida y con el cabello semi húmedo, por lo que esta vez pensó en comer algo.
Aun no se acostumbraba al lugar, pero su memoria no era tan mala para no acordarse donde esta la cafetería. Todos dicen que la comida de los hospitales era mala, sinceramente ella no tenia idea ya que es la primera vez que pasa tanto tiempo en uno para tener que comer en el.
Solo comió una manzana de la ración que le dieron sentándose en una de las mesas, viendo todas vacias.

Semi dormido bagaba por las instalaciones del hospital, dando fuertes bostezos. Sinceramente el era muy puntual, sin embargo eso no significaba que le gustase estar desde temprano metido en su trabajo y por supuesto odiaba despertar temprano. Solo el desayuno era algo que lo animaba, el delicioso sabor de comer Bradwurst en la mañana junto con su linda y pequeña mascota Gilbird comiendo...pues alpiste. El olor de ese desayuno tradicional alemán lo hacia recordar a su hogar, sin embargo no había hecho su despensa por pasársela en un bar cercano bebiendo....¡no era su culpa! esos tipejos apenas habían introducido al menú de bebidas su cerveza favorita.... y obviamente su asombrosa persona merecía ese pequeño lujo.
Como no contaba con sus deliciosas salchichas para desayunar opto por ir sin desayunar al hospital. No había recordado de la existencia de la cocina...tal vez por que nunca salia sin comer de su casa o simplemente no lo habia notado.
Decidió entrar y comprar algo ligero... después de todo siempre dicen que la comida de hospital es mala.
Miro a su alrededor y observo que solo había una persona en las mesas, miro mas atentamente cuando observo que se trataba de una chica. Pidió lo primero apetecible que observo en el menú, miro una vez mas las mesas y se sentó en una mesa , claro, a considerable distancia de la de la chica rubia.