Entre familia (Lovino y Feliciano)

Después de la primer cita y enterarse de que tenía un hermano, pensó que lo mejor (y más fácil) sería arreglar una cita con ambos... Eso significaría menos trabajo. Sería una forma de... ehm... ahorrar... De todas formas, encontró el nombre de Lovino en su lista de pacientes, así que... fue cosa del destino...

Prepara su té y se sienta a esperar a que se presenten.

No tenía nada mejor que hacer, más que claro, estar en mi cuarto sin hacer nada, tranquilo y sin molestar a nadie... Aunque claro... Siempre que digo que eso es lo que pasará... Es el día en que menos sucede eso... Y hoy no fue la excepción, ya que me habían dicho que tenía que ir al consultorio de quien sabe que doctor, que porque quería hablar conmigo...

-Porca... Miseria...

Si ahora si no había hecho nada... Como dije, estaba por demás tranquilo. No había tenido crisis con el clima tan loco que esta, que luego hace que me sangre la nariz a todo lo que da, no me he "caído". . . En otras palabras... he sido un "paciente bueno". . . ¿Entonces qué diablos quieren?

Cuando llegué, toqué un par de veces, pero no me espere a que me contestaran, por lo que simplemente entré

-Oi ¿qué quieres?

Si era el doctor, no me importó... Si no lo era, seguro me decían algo. Ni siquiera me pasé, solo me quedé allí en la puerta, esperando a ver si tenía que decirme algo "inteligente", si no, para irme...

Nuevamente tenía que ir a su terapia con el doctor Edelstein. Y había sólo dos motivos por los que había accedido a ir por las buenas y sin escoltas enfermeros o doctores: Uno, el doctor Edelstein era una buena persona y le dejaba salir del hospital para salir a pasear. Dos, las siguientes terapias serían directamente con su hermano, que si bien sabía que estaba en el hospital, aún no había podido encontrarlo por ningún lado. Eso que el menor de los Vargas había recorrido bastante.

Al llegar por fin a la puerta del consultorio del doctor, piensa en tocar para entrar, pero entonces escucha esa voz dentro. No lo duda y entra sin pensarlo dos veces, colgandose de su hermano por detrás, y besándole la mejilla.

Escucha que abren la puerta y por supuesto que no piensa hacer trabajo extra:

-Estoy ocupado...- dice mientras bebe su café- Espero un pascien...- luego iba a seguir su explicación de la agenda ocupada y otras cosas, pero al escuchar la pregunta se calla y ve al recién llegado- Ah ¿Lovino? El hermano de Feliciano... ¿Verdad?- ve como el otro susodicho salda por detrás y se le prende... Sí... si es el hermano. Suspira y deja sus cosas, guardando discretamente sus galletas, pero no el café- Por favor, tomen asiento...

Y no solo tuve que estar con uno de los médicos... Que la verdad llega a ser un tanto cuanto... Digamos "estirado" Digo... El doctor Edelstein nunca me había hecho algo -ni para bien ni para mal- Así que no es que pudiera catalogarlo de algún modo en particular... Pero por lo menos la actitud que tomó al momento de entrar no me agrado nada...

Y aunque yo tampoco tuve la mejor actitud al entrar... Digo, yo podía estar de ese modo... Yo era uno de los enfermos... Y mientras no golpeara al personal del hospital o algún paciente, no tenía porque estar "alegre y sonriente" todo el tiempo... Nunca lo había estado... Y ese era el papel de mi fastidioso hermano...

Y justo como si el hecho de haber pensado en él fuera suficiente para invocarlo... De pronto sentí que algo o alguien se me colgaba por la espalda y me daban un beso

-Ma che?!- Viendo quien había sido el desadaptado que se le había ocurrido semejante tontería... Aunque más que verlo... Solo me bastó con olerlo -Oi Feliciano... ¿Qué haces aquí?

Es decir... Se suponía que él estaba viviendo "la vida perfecta" con el decrépito...

-Lovino! Lovino! - Dice todo feliz, prendido aún de su hermano, cuidando de no estarse muy colgado de él, pero si pegado. Sabía bastante bien de las heridas que el mayor solía tener sobre su cuerpo, por lo que tampoco quería que alguna de esas se abriera y tuvieran que terminar los dos con cuidados especiales.

Cuando al fin se separa del otro italiano, lo mira durante unos segundos, haciendo un puchero triste - No es justo que te pongas así! Vee!! Hacía meses que no estabamos juntos ¿Por qué no te alegras? - Dice, ya con un par de lágrimas queriendo escaparse.

Se frota los ojos y ya se va todo deprimido al sillón del doctor Edelstein, medio sollozando por el poco cariño con el que su hermano lo había recibido.

Realmente, quiere aguantarse, pero no lo logra y termina llorando - Veee!!! Lovino ya no me ama!!!

¿Por qué será que se me olvida que Felicino es DEMASIADO aprehensivo? Es decir... Ya hasta se puso a llorar... 'Che fastidio...' Pero... Al menos eso me decía que seguía siendo mi hermano menor. Que en verdad no tenía porque preocuparme... Que seguía siendo él... Entonces ¿por qué rayos estaba en el hospital?!

-¿Te quieres calmar? Nunca he dicho que no te quiera...Cht...

Dije con un dejo de ¿fastidio? en la voz. Por más que quisiera, no podía ser amable con él. Simplemente no podía... No era mi naturaleza... Me sentía estúpido y falso... Nunca he sido el "niño bueno". . . Ese había sido precisamente Feliciano... Así que no se queje!

-A lo que me refería, es a ¿qué haces aquí? ¿Por qué estas en el hospital?!

Dije, sentándome en la primer silla que vi... A ver si ya es capaz de contestarme de forma directa...