Una linda paciente [Priv. Elizabetha H.]

El albino disfrutaba de escuchar música clásica en su ordenado consultorio, le gustaba tener todo a la mano y pulcro, sin embargo también disfrutaba de recostarse en su cómodo sillón de cuero, pero claro...¿por que rayos tendría un sillón de cuero enfrente de su escritorio en su consultorio?... fácil, pues por que su asombrosa persona había cambiado la horrible silla de plástico por aquel cómodo y mas awesome asiento.
Su paz había sido interrumpida por la llagada de una enfermera junto con una pequeña niña, que el adivino, era la paciente. Miro a la niña y sonrió con alegría, los niños siempre le habían agradado pero claro eso no debía saberlo nadie.
Estaba tan ensimismado en la sonrisa que la niña le había regresado que no había prestado atención a las palabras de la enfermera que había estado al lado de la niña todo ese tiempo, esta se había dado vuelta mientras la niña se sentaba en una sillita enfrente al escritorio del alemán.
Miro de arriba a abajo a la enfermera, observando su figura por un instante, a veces el prusiano no tenia vergüenza...sin embargo al voltear ella, pudo observar que se trataba de la húngara, trago saliva al pensar en el golpe que recibiría si esta hubiera notado la mirada que a había inspeccionado un instante atrás.